Escrit i editat per Pep Cassany

Relats i Opinió d'En Pep Cassany Escriptor Català. Girona. Autor de llibres: El carrer dels petons (2018) i Big Bang Amor (2017) Aquest Blog conté relats curts, relats eròtics i, contes infantils. També un munt d'articles d'opinió sobre fets quotidians, l'actualitat de Girona i Catalunya, o del debat nacional i internacional. Tot plegat, tractat des del punt de vista personal, crític,irònic, eufòric o irreverent de l'autor.

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El submundo de las Xonis 20 años después

Articles d'opinió i relats curts en català d'en Josep Cassany


Hará veinte años que tuvieron veinte años y su pasado xoni quedó impreso en su ADN.

Me encantó, fué divertido. Aun hoy no salgo de mi asombro. Me pareció asistir al estreno de la segunda parte de Yo soy la Juani, gran pelicula de Bigas Luna donde descubrí el submundo de las xonis.

Por primera vez, escribo en castellano para que el idioma me transporte y me recuerde esa maravillosa noche de verano, donde las xonis, sus pimpollos y sus amigas poligoneras han terminado sus noches de excesos y ahora comparten sus recuerdos junto a sus hijos, productos de otras noches de  antaño.

Afueras de Barcelona, 21 h., un complejo de apartamentos de los 70, celebra como cada año el fin de la temporada de verano. 200 apartamentos y 600 ocupantes dispuestos para la fiesta.

Interminables mesas, donde si se lavaran los platos, fairy no daria la talla, estan preparadas para recibir a los comensales. En el escenario, el speaker oficial de la comunidad de vecinos, usa su verborrea para animar a los participantes del espectaculo de baile que ameniza el inicio de la fiesta. Niñas con sus mejores galas, pintadas al uso de las mayores, madres repintadas que luciendo su moreno y su sonrisa, admiran a sus hijas como cantan, bailan y disfrutan para el bien de la vecindad.

No bajé a la cena aunque a los postres tampoco llegué. Ni al cava, que cuando pensé que me refrescaria de la tediosa calor de verano, ya no quedava ni una gota. Y que no me cuenten milongas, se lo bebieron todo y no compraron. Para la próxima, yo me traigo mi botella.

Compartí con los vecinos, pues las novedades siempre atraen. Un xintonic y un cardusi, nuevos cocteles marineros, que si bien se parecen a otros que tomamos en los pubs y nos cobran la botella, en la fiesta de Blas, todos acabaron con unas copas de más.

En otro pueblo diria, faltó la orquesta, pero allí, en esta, nuestra, vuestra comunidad, el DJ era de cassette y si no, de otra cinta de bolsillo con los mejores èxitos de los 60, 70  y 80. Aunque los precursores de los poligoneros modernos, autores de los mejores botellones del Maresme, nunca escucharon a Carina, que aun hoy, continua saliendo del baul de los recuerdos.

Se hace largo, pero no. No puedo dejar de hablar de esos encantadores personajes a quien observé como si yo fuera Rodríguez de la Fuente. Exóticos, raros, únicos, encantadores. Gente que vive por vivir sin más que decir ni querer contar. Esos a quien Telecinco dedica su  programación y de los que yo, pobre de mí, desconocia por completo.

Ficha técnica de los/las sujetos/as objeto de estudio:
Mayores de cuarenta, con unos kilos de más, con vestimenta que creeran las mantiene sexys a ellas y deseadas por sus vecinos. Miradas clavadas en todo aquel que se pase de la raya, pues si es hora de bailar, se baila en el podium improvisado que delante de la mesa ha surgido de la nada y a cada movimiento sexy, se aplaude. Ni los full Monty llegaron a la suela de su zapato pues, Baldomero, por llamarle de alguna forma, conmemoró alguna de sus antiguas noches de verano y en tal dia como sabado, se lo pasó de maravilla. Aplaudí como un loco y lo animé a rabiar, pues hoy ya solo le quedan 360 dias para repetir tal maravilla de fiesta, que lo fué, que la disfruté y que me permitió conocer a ese submundo de las xonis que, hoy hará veinte años que cumplieron veinte años.

Es más, hubo quien cumplió cuarenta años de esos maravillosos veinte y su pasado xoni también quedó impreso en su ADN. Acaso lo transmitió la genètica ?

Y sus ilusiones se desvanecieron gracias a la vorágine del ritmo de la vida. Cambiaron sus sueños por trabajo. Su pasado sin normas por un presente de ritmo diario. Sus vehículos desgarradores por monovolúmenes y furgonetas. Sus litronas por biberones. Sus porros por ibuprofeno...

Pero en sus momentos de desconexión recuerdan lo mucho que han sido.  A sus ídolos, su música, sus botellones, sus ligues, sus juergas y todo su mundo que a nadie parece interesar, que quizás no se puede explicar. Según dicen, tienes que haberlo vivido….

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Per:
Pep Cassany.
Escriptor

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